Pues esto de plano no tiene nada que ver con el noreste (por ahora), pero sí que llama la atención.

Resulta que por allá por tierras queretanas se dio una peculiar pelea. Un grupo de jóvenes vestidos a la usansa dark, y otro de chiquillos llamados skatos, agredieron a otra bola de  adolescentes que se hacen llamar a sí mismos emos.

Todo porque según los primeros, los mentados emos no merecen ocupar los lugares que comunmente ocupan en las ciudades del País (aahhh, menos mal que es por eso!); y por tanto, se ha lanzado un ciberllamado nacional para que todo el que les traiga ganas (a los emos), les parta su mandarina en cualquier lugar en que los encuentre.

Así que, como el famoso llamado corrió como reguero de pólvora por Internet, y encendió los blandengues ánimos de la juventud underwannabe mexicana, los emos organizaron su mitin para defender la dignidad. Nada más que en el intento, se les pusieron de pechito a los otros, que viéndolos juntos en una placita, dijeron óra es cuando chile verde que le das sabor al caldo, y así como estaban todos los emitos juntitos, gritándose vivas e intercambiando delineadores de ojos, les cayeron los intolerantes, digo, sus contrarios (darketos y skatos), y aquel fandango terminó en rosario de amozoc.

Pero la cosa no paró ahí, porque mientras volaban soplamocos y estatequietos, saltaban tenis cuadriculados por un lado, delineadores rojos por el otro y patinetas por atrás, llegaron otra bola de caones, digo, de personas, con vestimenta hindú!! (hágame usté el recabrón favor!!), quienes, a base de entonar canciones quesque «hare krishna», trataron de convencer a unos y otros de asumir una postura pacifista, lo que desde luego no lograron, sino entrándole también a los catorrazos.

¡Haiga cosa! como diría San Cruz Treviño Martínez de la Garza.

Total, que al final (pero muuuy al final), tuvo que llegar la polecía, para poner a los emitos a salvo y llevarse a la sombra a los agresores (de los pacifistas no se supo nada).

Así o más alucinado???

Pero según cuentan mis informantes disfrazados de calceta negra con faranjas blancas, o blancas con franjas negras, lo que pasó en Querétaro se repitió (aunque sin los mentados hares pacifistas) en Durango, en Guanatos y en la mismísima capirucha defectuosa; y ha causado tanta alarma, que el mero mero del consejo nacional para la prevención de la discriminación, ya puso el grito en el cielo y mandó las cartitas respectivas, para que las autoridades atiendan la situación y eviten que un sector de la juventud, que objetivamente tiene los mismos derechos que cualquier otro ciudadano, se vea injustificadamente agredido por otros muchachitos, nomás porque a éstos no les gusta pintarse los ojos.

Intolerancia, intolerancia y nada más que intolerancia. Eso es lo que alguien les está metiendo a los chicos en la cabeza. Y alguien tendrá que pararla, o de lo contrario, al rato los emos se desquitarán con los punketos, y los punketos con los gays, y los gays con las lesbianas y las lesbianas con las teiboleras y las teiboleras con los norestenses y ahí será donde la puerca torcerá el rabo… Digo, no por mí… norestenses hay muchos. jaja.

Pues total, estaremos al pendiente de cómo evoluciona este conflicto de «tribus urbanas», que esperemos no pase, ahora sí, de un par de medias rayadas rotas.

Por lo pronto, aquí les dejo un link a una entrevista hecha a una chica «emo» duranguense. Otro a la wikidefinición de emo. Y uno más, a la definición inciclopédica del término emo.

Y nos vemos después de la semana santa, a menos que el mero mero disponga otra cosa.