Han de dispensar, raza, que salga con otra cuestión personal. Pero ahora es mi cumpleaños y no me pude aguantar las ganas de contarlo aquí.

De paso les dejo algo escrito por mi paisano Fito Galindo, nomás pa’ no sentirme tan viejo. Esto se llama:

Calendarios.

 Nunca lleves la cuenta de lo vivido,
por el número estricto de los años;
que el tiempo sólo marca lo transcurrido,
el corazón qué sabe de calendarios.

Es viejo aquel que pierde la esperanza
y aún teniendo semilla no la siembra;
es viejo el que se duerme sin mañana
y solamente duerme, ya no sueña.

Es joven el que emprende una aventura,
sin rumbo, ni camino, ni equipaje;
y lleva por escudo y armadura
su audacia puntiaguda y su coraje.

Es viejo el que se aparta en la vereda
cuando aún queda sol en el poniente;
es viejo el que se cansa y que se queda
a mirar desfilar a los valientes.

Es joven el que siempre anda de prisa,
y terminando empieza otra jornada;
es joven el que luce una sonrisa
por entre las arrugas de la cara.

Bueno, digo yo:

Nunca lleves la cuenta de lo vivido,
por el número estricto de los años.
que el tiempo… el tiempo sólo marca lo transcurrido.
El corazón no sabe de calendarios.

Y yo me voy, a hacer la tarea. Ajúa!