Ahora a reconstruir, ayudar y aprender.
¿O cómo la ven?
Ahora a reconstruir, ayudar y aprender.
¿O cómo la ven?
Los jóvenes estudiantes asesinados en el Tec duelen. Duelen precisamente por su juventud y por su brillantez, porque uno asume que cuando el buen camino es el del estudio y el trabajo, ese camino tendría que prevalecer sobre el de la delincuencia, la violencia, las armas y, sin embargo, en este caso no fue así.
La muerte de esos jóvenes también duele, porque como muchos lo han dicho ya, en cada uno de los jóvenes de hoy, particularmente en aquellos que alcanzan la opción de los estudios superiores convirtiéndose en estudiantes excelentes, reside la esperanza de un México civilizado, ordenado y progresista, un México mejor que ese día murió un poco sin ninguna razón, sin ninguna explicación.
La muerte de los mismos muchachos duele, porque recuerda la del propio fundador del ITESM, abatido también por las balas de la violencia sin razón, la violencia por capricho, la violencia por la violencia. Esas balas que cegaron la vida de Don Eugenio, cargadas de desprecio hacia México y lo mejor que hay en él, parecen regresar para refrendar al Tec un pago que no merece, esa digna casa de estudios, forjadora de mexicanos buenos, nacida de nobles intenciones.
La muerte de esos muchachos entristece, recuerda a México todos los más crudos crímenes contra su buen futuro, contra todos los estudiantes de todas las universidades, de todas las décadas, de todas las guerras; recuerda a los mexicanos que la esperanza de un México mejor no muere al último, solamente muere, muere varias veces en cada década, en manos de soldados o delincuentes, en instituciones públicas o privadas, en Tlatelolco o en Garza Sada, en los muchachos de Juárez, nuestro futuro ha muerto sin razón y nadie da la cara y nadie lo explica, porque el crimen contra nuestros estudiantes simplemente avergüenza, entristece, pero nunca ha tenido ni tendrá perdón, cuando no tiene castigo, cuando lo que le sigue es todavía más injusticia, cuando lo que sigue es la simple impunidad.
Qué triste, México, qué triste lo que nos está pasando.
Leah Spencer - La Güera del Tec
Si fuera corrida de toros, así la anunciaríamos. Pero resulta que donde habrá 6 bolas en juego será en el próximo Clásico Regio Rayados – Tigres.
¡¡¡¡En qué mooomeeentooo, señooores, en que momeeentooo!!!!
Carolina González - Retadora
Más del tema, por acá. Ahí nos vidrios, raza!!
Como Rayados va a la final del Apertura 2009, Televisa cerrará a pago por evento la transmisión del juego en Monterrey.
Ni tardo ni perezoso, el Gobierno de Nuevo León empezó a hacer vaquita entre los alcaldes metropolitanos para recaudar los 10 millones de pesos que la televisora busca recaudar para dejar la transmisión del partido en señal abierta y pagarlos como debe de ser a dicha empresa. Total, todo sea por el bienestar del pueblo.
¡Vaya manera de hacer negocios!
Al punto de las 15:10 de ayer, el sonido de un rayo con su resplandor llamó mi atención hacia la ventana. En exacta sincronía, la grúa que construye un edificio cercano se detuvo y sonó una alarma y los albañiles empezaron a abandonar la construcción.
Enseguida empezó a caer el telón. Un telón de lluvia recia adornada con granizos que fue borrando poco a poco la vista de Monterrey.
Fue así como el verano terminó.
Tercera llamada, tercera. Se levanta el telón y el otoño llegó. Ni siquiera Vivaldi lo habría hecho mejor.
¡Aplausos, hasta mañana!