Dice Catón que a veces la vida te llama y te dice -ven acá, que te tengo un regalo. Y uno va porque a la vida siempre hay que ir. Y entonces ella te abraza como si fuera tu cumpleaños, aunque no lo sea, y te entrega el regalo prometido.
Pero lo que no dice Catón es que a veces, la vida te dice –ven acá, que te tengo un regalo. Y uno va entusiasmado porque a la vida siempre hay que ir. Pero entonces la vida te mete zancadilla y, viéndote en el suelo, te da de puntapiés. Y después de tremenda revolcada, que puede durar instantes, horas, días, semanas o meses, la vida te tiende la mano y te dice –ahora sí, aquí tienes el regalo prometido.
Eso no lo dice Catón, pero pasa. Dicen por ahí que también pasa. Sólo que uno va a la vida, porque a la vida siempre hay que ir. Así sea a gritos y sombrerazos… a la vida siempre hay que decirle que sí.
¡Feliz año 2009!