Me dicen que por qué ya no escribo, la verdad es que ni yo sé y tampoco, como a quienes preguntan, me interesa de verdad.
La vida fluye, jovenazos, y uno a veces no hace más que dejarse llevar. Vas de aquí a allá, de vez en cuando estiras tus brazos y te tomas algo en tus manos, y sigues flotando, como cuando uno le hace al ahogado y flota y se deja llevar en las aguas de un río.
De un río claro, jovenazos, de un río claro y de aguas frescas, bordeado por álamos, nogales y cascajos, bajo un sol radiante norestense.
Así nos fluye la vida y en ella fluimos a veces, tan pero tan a gusto, que pocas ganas dan de salirse del agua a escribir.
Pero he aquí que aquí andamos vivos, jovenazos, disfrutando este Noreste nuestro que ya nadie nos quita nunca.
¡Aquí nos vidrios!
Acabo de descubrir tu blog y ya me encanta. ¡Por favor que ni se te ocurra cerrarlo! Sigue escribiendo aunque sea una vez por año. Muchos Saludos 🙂
Gracias, ¡Saludos!