Félix Batista es un «especialista en prevención y solución de secuestros», pero cuando andaba aconsejando a algunos empresarios de Saltillo, desapareció.
En el colmo de los absurdos dicen que lo levantaron, pero la verdad quién sabe. La cosa es que aparentemente ni él como especialista salió bien librado y resultó que la delincuencia -como siempre, tan bien organizada-, fue más hábil que él mismo, pues dio el consejo de no llamar la atención, pero no lo siguió. Y el mensaje para los empresarios norestenses quedó bien claro: si este señor no la libró, ustedes menos.
No es el primer caso en que un hombre con fama de «insecuestrable» resulta secuestrado. Igual le pasó al mítico Fernando Gutiérrez Barrios allá a finales del siglo pasado, quién por cierto sí vivió para contarla, aunque en realidad nunca la contó. Esperemos que con este señor Batista la cosa también termine no tan mal.
Y a nosotros los norestenses de a pie no nos queda más que reconocernos vulnerables y no decir más.