Ahora fue en el norte de Coahuila, allá en Zaragoza. Un conductor atropeyó y dio muerte (jaja, así dicen los periodistas), a un oso negro de 300 kilos de peso, que se cruzó intempestivamente en la carretera 29 a escasos kilómetros de la zona urbana de Zaragoza.
Algunas reflexiones: Pudiera pensarse que la presencia de un oso en esa zona, se deba a la escacés de alimento para el plantígrado, que es la hipótesis que comúnmente se maneja. Pero un oso que pesa 300 kg, no necesariamente pareciera un oso desnutrido o hambriento, sino más bien, era un oso bien alimentado. Además, entiendo que los osos negros cuando menos comen es en invierno, porque aunque no son hibernadores reales, sí están más o menos acostumbrados a las malpasadas en tiempo de frío.
Otro oso negro de buen tamaño fue visto en Jiménez, Coahuila también en los días recientes. Y yo mismo vi cruzar uno sobre la carretera ribereña, allá entre Guerrero e Hidalgo, Coahuila, hará un par de años. Y en la misma época, otro oso fue atrapado cerca de Nava, Coahuila.
Todos los lugares mencionados no necesariamente están en la sierra, pero sí se encuentran rodeados por zonas silvestres extensas y más o menos bien conservadas y poco fragmentadas, dedicadas a la ganadería y sobre todo a la actividad cinegética, por lo que sería difícil pensar que pudiera presentarse ahí una escacés severa de alimentos para los animales silvestres, menos cuando recién terminó una temporada de lluvia generosa.
Por todo esto, vuelvo a mencionar lo que dije cuando varios osos empezaron a dejarse ver en la zona de Monterrey el último verano: no se piense sólo en que se trata de osos hambrientos en busca de alimentos. Considérese también probable que la población de osos negros en nuestras tierras se esté viendo incrementada paulatinamente y que esto está ocasionando que su presencia en zonas cercanas a los centros de población, sea más común. Creo que las autoridades ambientales federales, debieran poner también atención en esto y no descartarlo sólo diciendo que los osos salen de sus hábitats a buscar comida que les hace falta.
Los osos negros son comedores oportunistas. O sea que con hambre o sin él, les gusta aprovechar los desperdicios de los humanos. Y eso haría mucho que los habría acercado a las zonas urbanas en temporada de escacés de alimentos en sus hábitats e incluso en temporadas de abundancia y sin embargo no ha sido así. Por ende, yo pensaría que quizás no sea el hambre la única causa que los lleva a acercarse a los poblados, sino también, consideraría probable que el incremento en la población de osos, lleve a algunos de estos mamíferos a abandonar las zonas que comunmente habitan para buscar nuevos territorios.
Yo no soy especialista en eso. Pero creo que los que sí lo son, no debieran descartar una hipótesis así.
Un oso muerto más y nuestra tierra norestense será un poco menos bella.
Hasta mañana!
Pues que suerte tienes, yo lo más que me he encontrado en la 57 fué una manada de venados, ahí por «El Infante»… pero na´mas…
Me gustaría ver un oso, aunque sea de lejos…
Estoy de acuerdo contigo, la zona de los 5 manantiales aún tienen bosques de encino y nocedales muy grandes… además si Zaragoza se caracteriza en algo, es en sus ranchos cinegéticos…
Mala pasada para el oso que se veía muy saludable.
Saludos Eukario!