«…Para mantener incólume nuestra filosofía periodística, buscamos la autosuficiencia económica con sólo dos fuentes de ingreso: La venta del ejemplar diario y la venta de anuncios.
La autosuficiencia nunca llegó.
Tras 11 años de operación, la tormenta en el horizonte económico, que lo mismo oscurece al mundo global que a la economía de México y de la región, nos ha colocado en una encrucijada: Comprometer nuestra integridad editorial o dejar de publicar el periódico.
Jamás permitiríamos que sucediera lo primero…»
Con estas líneas se despide «Palabra», de Saltillo. Y pareciera que con su cierre, escribe un Réquiem a la objetividad.
Ahora en Saltillo sólo seguirá «Vanguardia», haciendo su consabida labor de informar sin compromisos, en tanto algún gobernante incómodo no encuentre manera de convencerlos de lo contrario.
Es triste, Coahuila. Es triste todo lo que te está pasando.
Totalmente de acuerdo