Esto lo escribió Coelho, en El Demonio y la Señorita Prymm. Y dice muy bien lo que está pasando en mi mente en este momento.
Siempre he creído que las transformaciones más profundas, tanto en el ser humano como en la sociedad, tienen lugar en periodos de tiempo muy reducidos. Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio; en ese momento, no sirve de nada fingir que no pasa nada, ni disculparnos diciendo que aún no estamos preparados. El desafío no espera. La vida no mira hacia atrás. En una semana hay tiempo más que suficiente para decidir si aceptamos o no nuestro destino.
Ahí se los dejo. Y yo me voy a hacer la tarea.